domingo, 13 de diciembre de 2015

La chica de hielo

Eh, tenemos que hablar.
A veces, (por desgracia muchas) me encierro en mi propia jaula y me vuelvo hielo. Cuando eso pase, quiero que tengas en cuenta que no tengo explicación para este motivo y que dentro sigue ese brillo que dices ver en mi, y que, por supuesto, si prendes la vela, el fuego está asegurado.
Sigo sin entender tus motivos y razones y por idiota me quedo con las ganas. Quizá no quiero que te comportes normal, quizá quiero que me secuestres para perdernos, quiero jugarmela a tu lado, quiero dejarme el alma y no quiero que seas tú solo el que te la estás dejando.
Y ahora relájate y relájame, y abrázame porque de alguna forma lo necesito. Porque me tocas y se nota el cariño, porque me tocas y se quita el frío.

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