viernes, 28 de enero de 2022

Te echo de

Seguramente te de igual, pero yo echo de menos las tardes en tu sótano, las conversaciones interminables y los secretos internos. Echo de menos los besos que no nos dimos, las caricias en forma de palabra, las canciones que nos escribimos. Cierto los ojos y solo te veo a ti, salgo de noche y miro con nostalgia nuestros rincones. No teníamos de ni idea de lo que llevábamos entre manos, del cariño que manejábamos y del que tanto me duele hablar en pasado.


Porque contigo viví un amor adolescente a mis veinte y tantos años, desafié a mis principios, caminé descalza sobre los pilares de mi vida. Porque junto a ti naufragaron todos mis deseos, mis textos de madrugada, nuestros gestos pasajeros. Y todo lo que murmuraron se quedará en el recuerdo, y lo apretaré hacia mi pecho en noches largas. Porque todos saben que algo pasó, aunque ni nosotros lo tengamos claro. Porque todos saben que nos morimos de ganas de hincarnos el diente, de dejar nuestras historias de lado, de perder el tiempo en nuestros juegos, de escapar de la rutina, de dejarnos de amantes infinitos a los que no queremos, de quedadas por las tascas, de noches cazando la luna, de universos infinitos, caricias inoportunas, de no sabernos saludar, de querer decirnos te quiero, de comernos el tiempo a besos, de bendecir cada una de las esquinas de tu casa, de vaciar todos nuestros miedos.


Porque de ti hablan mis mejores canciones y de mi tus mejores tiempos . Y ellos nunca tendrán ni idea de ello.