viernes, 13 de agosto de 2021

domingo, 8 de agosto de 2021

Evermore. Paz.

La paz que estoy sintiendo ahora mismo suena a evermore, a skinny love, a holocene, se encuentra con pasados reconstruidos, que huelen a nuevo, sabe a comida mexicana, a pasteles de carne y a algún que otro copazo, se puede encontrar en azoteas, en la gran vía y puede que en algún que otro pequeño pueblo de la comunidad valenciana. La paz que siento es solo mía, pero la comparto con el resto. Mi paz tiene debilidad con el pelo rizado, los chicos altos y también por aquellos que se la juegan, por los que me prometen protección, cariño y escucha, por los que no siempre están con el móvil en la mano, pero que con un mensaje inesperado arreglan todas las penas. Mi paz se respira en mi habitación, en su salón, por las calles de nuestra ciudad. Y cuando se empaña con mis miedos, con esos que no me merezco ni un poco, con los que me persiguen por mucho que los bloquee, por mucho que haya querido ser amable con ellos, por mucho que no me merezcan, llegas tú y me salvas del atropello. Llegas tú y empezamos de cero, y no puedo sentirme más segura a tu lado.