jueves, 19 de octubre de 2017

Viaje al centro de la neura

Despegar suena demasiado bien para la hostia que te puedes pegar en el primer intento de aterrizaje. De morros, contra el suelo, tiñéndolo de rojo. No hablo del labial.

Y así es como nací, entre mentiras y verdades, entre miedos y osadías, entre estados relajados y de emergencia, entre salas de esperas y tráfico de primera hora. Cómo querían que fuesemos si crecimos en ciudades que soñaban con ser campos, que luchaban por sacar frutos del cemento, que lloraban lágrimas de neón y elogiaban besos trazados por la envidia. Si no te miran, no existes. Si no te escuchan, no vives. Si no te siguen, no respiras.

Hemos sido la burbuja en la que vive el grupo cuando triunfa el primer hit, pero todos saben que explotaremos. Reza por quedarte como antes, porque cuando nadie te muerda, cuando nadie te bese ni te arañe, cuando nadie te abrace o, simplemente, te quiera, no serás nadie. Y lo sabes.

No te lo tomes como un puñal en las costillas, solo es un pequeño viaje al centro de la neura. Disfrute el trayecto, saboree la euforia. 

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