viernes, 31 de mayo de 2019

The end of all things

Me siento enormemente pequeña en un mundo de gigantes. Les miro desde abajo, pisando con cuidado. Observo cada uno de sus movimientos, mastico cada una de sus palabras, intento comprender cada uno de sus giros y me prometo crecer. Lo primero es siempre aprender. 

No sé si merezco esto, pero tengo claro que lo he luchado. Aquello que estaba encerrado acabó volando, y la gente apuntaba sus linternas hacia el cielo. Todo un inmenso halo de luz rodeando mis palabras. Los secretos más vestidos, de pronto estaban desnudos, y nadie lo sabía. Nadie sabe. 

Y luego estabas tú, la melodía más dulce, compañero de noches, tardes y mañanas, el beso melódico que gobierna mi noche, el faro que me lleva a todo lo que quiero llegar a ser. Me dices que es el final de todas las cosas, que mañana llega una nueva era, y no tengo ni idea. Que si es cierto lo que dices, y ojalá que lo sea, me rendiré ante las raíces de esta nueva tierra y conquistaré sus oídos, corazones y tinieblas. Las esperanzas siempre fueron altas, y si no, ahí estabas para subirlas. 

Prometo no tener miedo y sentirme fuerte. No puedes estar nervioso por llegar a casa. Aún no me conoces y quizás ya te haya caído en gracia.