viernes, 29 de julio de 2016

Instinto básico.

Nos movemos por y para la carne, y lo peor es que tratamos de camuflarlo con excusas cuando realmente sólo respondemos a nuestra naturaleza; a la nuestra y a la de cualquier otro ser que habite este mundo. Nos decimos que somos diferentes, que somos seres humanos, superiores al resto, mucho más inteligentes y con más poder de elección, pero al final acabamos buscando lo que los demás. Bastará con probar unos besos para pedir a la vida una nueva ración a gritos, incluso a veces sin importarnos si nos salen o no las cuentas o si podemos pagar el precio. La carne engancha y engorda al corazón, y ambos sabemos que no es posible vivir sin ninguno de los dos.

jueves, 28 de julio de 2016

you were a stranger in my phonebook i was acting like a knew,
'cause i have nothing to lose

martes, 26 de julio de 2016

Noche, 1:25

He llegado a la conclusión de que quiero enamorarme y busco cualquier sonrisa, cualquier palabra o cualquier mirada como excusa para hacerlo, sin echarle ni un vistazo a las consecuencias que puedan provocarse en mi persona por este comportamiento. Que quiero tacto no es ningún misterio, y es que no hay nada más natural, pero ya me planteo si no se me está yendo de las manos.
Últimamente miro descaradamente a los chicos que me gustan por la calle. No tengo reparo alguno en que noten mi repentino interés, porque en el fondo me da lo mismo. Disparo alguna que otra mirada furtiva y, tontamente, si noto respuesta alguna, me acobardo. Es que no me entiendo ni yo misma.
Toda mi vida he ocultado mis sentimientos como si fueran algo malo, no me he desnudado física ni psicológicamente, y si lo he hecho nunca ha sido como un impulso del que me daba igual arrepentirme. Ahora ya es lo mismo, hay cosas peores que un me gustas o un te quiero, y también mucho peores que mi espalda desnuda o algún otro metro de mi cuerpo.
Me siento tan segura que me quiero, y me da igual que no me devuelvan las miradas, me da igual que no se quieran meter en mis pensamientos, porque... pensaba volver a justificar mi parlamento, pero sería decir de nuevo que me quiero.

sábado, 16 de julio de 2016

Quiero.

Quiero hacerlo muy lento. Quiero acercarme por la espalda, sigilosa como el viento. Quiero pegar mis labios a tu cuello sin decir ni una palabra y provocar que se cierren tus ojos como si fuera una especie de acto reflejo. Quiero que sientas mi respiración y que te pongas muy nervioso. Quiero que te dejes hacer. Quiero que me dejes hacer.
Quiero que tu último aliento sea un suspiro que haya causado mi cerebro.