martes, 29 de marzo de 2022

Instinto.

Él era la personificación de mi instinto más primario, la carcajada antes de soltar la bomba, el bullicio que se forma en mi cabeza antes de cometer el peor de los pecados. Era todo aquello que estaba mal pero sabía tan bien. Aún reconozco mi mirada en aquellos que todavía son cómplices. Se veía nuestra estela desde Marte y todos lo sabían sin saber. Era el impulso más loco, más atrevido y valiente. Era las noches más oscuras y las mañanas más luminosas. Fue el rayo que me sacó de la mazmorra. Quizá por eso nos enamoramos, quizá por eso pensamos en retar al destino, al buen orden, a todo aquello que estaba bien. 


Amorticé nuestra caída con un centenar de canciones. Tengo el hueco de tus besos marcado en la memoria de mis labios y alguna noche sale a buscarte, por si se te ocurre pasear por nuestras calles, nuestros miradores, nuestro bosque lleno de recuerdos, por todos aquellos bares que nos vieron bebernos los años desaprovechados, por cada una de las esquinas reconquistadas, por todas las curvas de mi cuerpo, por esta cama que aún te añora. 


Prométeme que ya no lloras, que no extrañas nuestra coherente conexión. Júrame que llegaste a mirar a alguien como lo hacías conmigo, que no me hablas porque volverías a caer, o que sí lo haces porque quieres buscarme. Grítame que mi olor no sigue en tu estudio, que mi sudor no impregnó tanto tus sábanas, que cuando descansas a su lado no recuerdas cómo me abrazabas por la espalda. Júramelo, porque yo no puedo prometerte que no te pegaría otro baile.


domingo, 27 de marzo de 2022

Como un g

Siempre fuimos de la mano, como ceniza y fuego, como llama y dinamita. Fuimos despiadados con nosotros mismo por mantener las formas, por no manchar nuestro honor, y después de ti no comprendo otras manos acariciando mi nuca. Nunca otra mirada me hizo el mismo efecto que la tuya, y temo que esto sea para siempre.

Necesito dejarte ir para poder mirar al frente, para dejarme querer y quererme. Necesito que me dejes marchar, que me cuides una vez más y me protejas de ti. 

viernes, 4 de marzo de 2022

Can you say that I’m enough?

A lo mejor no soy suficiente. A lo mejor no soy nada a lo que alguien querría llegar. Lo peor es que no entiendo por qué.

¿Es por mi aspecto? ¿Por mi peso? ¿Por mi personalidad? ¿Por mi timidez? 

Vaya puta mierda. 

Solo quiero escuchar que soy suficiente, que alguien puede llegarme a querer así. Vaya mierda porque tú me querías y no me lo supiste decir. 

J, aún saboreo todos los besos, aún siento todos los roces, nuestras confesiones a media noche, nuestros secretos, nuestros delirios de grandeza, nuestra nube personal, nuestros acordes y nuestras causas, nuestros viernes de fiesta, nuestras noches en tu casa, nuestras excusas, nuestras rutinas, nuestras muestras de cariño enmascaradas, todo lo que fuimos sin ser. Porque apostaría a que querías que estuviera allí, tumbada a tu lado, que te sacara a bailar, que te escribiera otra canción a la que arreglar, que fuera quien soy yo.

Can you say that I’m enough?