Ayer, y quién dice ayer dice hace más de un mes, me di cuenta de que podemos ser amigos. De que por mucho que haya pasado y no pasado, por mucho que llevemos dentro, somos capaces de almacenarlo en algún cajón del corazón y fingir ante los demás.
¿Tenéis algo que contarnos?
Finjamos que no, o tal como hiciste, di que estamos juntos como si fuera mentira.
Te has interesado por mi, por que esté bien, por que no hayan cicatrices pero nos hemos hecho una a la vez, y por mucho que sigamos por nuestro lado, ambos sabemos que está ahí. Aunque pasan los días y al final se cura, aunque nos deje marca.
Me ha gustado verte de otra manera pero sin perder nuestra complicidad, nuestro nosequé. Porque en el fondo somos eso, dos amigos que no se supieron querer, que no supieron abandonar terrenos cómodos, en los que realmente no queríamos estar. Aunque para ser sincera, yo eso sí que lo hice bien.
Hazme una señal y volveré a creer.