viernes, 31 de diciembre de 2021

New Year’s Day

Piensa en qué pasará cuando solo quede el confeti en el suelo después de la fiesta. Estarás acompañado por un cuerpo que conoces bien, quizá mejor que a ti mismo, pero que no sientes querer. Un atasco de tráfico tendrá lugar en tu mente y las ideas no encontrarán su lugar. Escucharás una de nuestras mil canciones y recordarás mi nombre, la noche de la confesión y tu miedo al éxito. 

Y yo, que ya estoy lejos de aquellos días no puedo dejar de mirarte con pena desde la distancia, viendo cómo al final sí que estás convirtiéndote en un extraño cuya risa reconocería en cualquier lugar. Sabes que volverá a pasar, que volverás a caer en el caos que pensaste que terminaría regresando al lugar del incendio, pero no quieres pensar en eso por el momento. Te refugias en noches de alcohol y fiesta, en salidas que no tienen ningún tipo de sentido para ti, pretendes que todo está bien, y solo eres capaz de pedirme ayuda a mi, pero ya no me tienes. Y a mi no me puede dar mas pena perderte como amigo, si es que algún día lo fuimos.


Y cuando solo queda confeti en la pista, cuando todos se han ido, los focos se apagan y la música deja de sonar, solo quedas tú y tu miseria. Suerte en la vida. Ya sabes que yo he intentado salvarte de tus dardos. 

jueves, 23 de diciembre de 2021

Realmente eres el único que no ha jugado conmigo este año. Me dijiste que me querías, pero que te tenías que ir. Te alejaste poco a poco dejándome vacía, pero me diste la advertencia. Y ahora, en un cambio de calle nos volvemos a encontrar de frente, como James y Betty en folklore, como un chiste que me ha vuelto a hacer reír, y todo aquello que creía enterrado ha vuelto a resurgir. 


Tengo la sospecha de que eres para mi. Siempre la he tenido. Han pasado años desde que nos conocemos y confirmé mis pruebas hace tiempo. El tiempo quiere que sigas jugando con él y yo me encuentro en la meta, y en este carrera de élite solo quiero al caballo ganador, y tú ya te ganaste la corona hace tiempo. 

lunes, 20 de diciembre de 2021

El extraño

Mi habitación huele a limpio, a sábanas recién lavadas. Hace frío ahí fuera y todo el calor se ha venido a vivir a la cama. Veo llegar a la navidad por la avenida a pasos acelerados y aún así no hago caso al rastro de nostalgia que deja. Agarro los momentos de una forma diferente. Me gritan que aquello ya no volverá. 


La ruptura más dura es aquella que te hace perder lo que más apreciabas. Para mi, tu tiempo era el mejor regalo, las tardes en tu casa, las noches de confesiones, tus mensajes de madrugada. Todo aquello me hacía sentir infalible, me multiplicaba la valentía y me convertía en lo que soy ahora. Pero la purpurina está en el suelo, la fiesta terminó hace horas y seré yo quien pase la escoba. Ya no trabajamos en equipo, ya no maquinamos findes increíbles, ni cenas con amigos, ni viajes a la cima. Ya no queda nada. Y cuando me acerco a ti me llega la imagen de ella. No solo se engaña con besos, no se quiere lo que se oculta, y no por mucho que sigas esperando va a llegarte un sentimiento de algo más que cariño. Y mientras, vas disfrazándonos de víctimas por el camino, escondiendo el arma homicida, esperando algún tipo de milagro.


No voy a hablarte más, no voy a volver a ser cómplice de asesinato, no voy a pasar otro diciembre lamentando el haberte encontrado. Lo peor es que en los últimos coletazos aún repito en mi mente: por favor, no te conviertas en un extraño cuya risa podría reconocer en cualquier lugar. 

sábado, 18 de diciembre de 2021

Dear John

Me sorprende mi capacidad de análisis. Me sorprende pensar que quizás te conozco más de lo que tú te conoces a ti mismo. En los últimos meses se han confirmado una a una todas mis teorías menos una que sigue en dudas, la única que te grité a la cara. Debería haberlo sabido. 

No sales del pozo porque vuelves a ahogarte tú mismo, y yo no paro de tenderte la mano. Llevo una semana luchando con el impulso de preguntarte cómo estás, cómo te está yendo, si la has vuelto a ver. Llevamos dos semanas sin nuestras llamadas nocturnas. Me agobia saber que cuando estábamos tan cerca recogiste el cable, se cortó la comunicación. No fuiste capaz de decírmelo a la cara. A lo mejor eres tú y tu puta necesidad de quedar siempre bien de cara a la galería. Te vas a donde hace unos días huías, vuelves con ella y me pides ayuda otra vez sin querer. Leo tus mensajes entre las palabras que sueltas por tu boca y, cuando te lo digo a la cara, me lo niegas otra vez. Y yo no puedo seguir así. 


Eres experto en mantenerme a la espera mientras solucionas los problemas, mientras deslías la bola de hilos que tú mismo vuelves a liar. Te da pena ella, son muchos años. A mi me das pena tú, que no sabes afrontarlo, y mi juventud se va esfumando junto a mi fe en los milagros. Te conozco tanto que sé que no estaba en mi cabeza, que sé que no me lo has negado porque guardas la llave, pero hoy quiero que me la devuelvas. El tiempo es sabio, y me está avisando.


Ojalá pudiera salvarte de la ruina en la que conviertes tu vida mientras solo me miras pidiéndome una salida, pero cuando te muestro el camino vuelves a la madriguera, y, como las ratas, vives de los restos de algo que nunca va a cambiar. Contigo mueren las alegrías, los buenos momentos, la libertad, las salidad. Veo volar alto la juventud que nunca tuviste y que empezaba a resurgir de sus cenizas, pero no luce como Ave Fénix, más bien como un pájaro herido por su propia bala. Y yo me muero de la pena por no poder ser tu wonderwoman.


Deberías haberlo sabido.


lunes, 13 de diciembre de 2021

2021

Estoy comiendo más sano, enfrentándome a mis enemigos, a los amantes buenos y a los malos, combatiendo al desastre de vida que llevo, a la ansiedad, a los miedos. Le he insistido al espejo que no volverás a mi, le he admitido que el invierno es aún más frío sin ti. Aún tengo que meterme en la cabeza que tengo que cerrar la puerta que has dejado entreabierta por mi bien. He besado a tres labios diferentes este año y con ninguno de ellos me he llegado a arrepentir. He sacado música y aún no sé si llegaré a donde quiero ir. Cada vez soy más cercana, más persona, más humana. Reflexiono mucho sobre todo lo que hago. Afronto mis decisiones y la gente me admira por ello. Me han llamado brava y valiente. He sido víctima de violencia de género y él jamás lo llegará a admitir. He bailado después de volver de fiesta, bailé cuando él me besó por fin. He vivido el amor paciente, el que nace en sótanos, entre canciones, entre noches de viernes. He vivido cerca de la locura y la he intentado redimir. He pisado las nubes con tus palabras, he danzado en el viento con tu sí. He sido mi mejor versión en verano. Hemos vuelto a los conciertos y a sentir. 


He sido una chica increíble este año y eso lo tengo que admitir.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Tolerado

Te he iluminado con luces doradas y me he creído que ese era tu color, te he escrito un guion en mi mente que nunca te llegué a dar, y cada vez que te sales y improvisas me duele un poco más el corazón. 


Todos se preguntan qué será estar a tu lado, qué hay en tu mente, cómo se sienten tus caricias, cómo huelen tus abrazos. Y eres suave, pero no lo suficiente, eres fuerte pero no valiente, eres todo lo que siempre he soñado pero de una forma intermitente. Todos morirían por sentir tu tacto, y yo, que he estado en tus brazos, aún no sé calificar tu disparo. 


Justifico continuamente tus palabras y tus actos para que no salgas del personaje, porque en el fondo no eres malo, porque en el fondo nunca te has alejado de mi lado. Soy tu lado consciente, soy la voz que clama el milagro, soy el rayo de luz que te alumbra cuando nadie sale a tu amparo. Pero no es lo que quieres, porque ni siquiera eso tienes claro.  Porque me quieres bonita y paciente, brillante y valiente, amiga y confidente, amante reincidente. Quieres sacarme a pasear los viernes, cantarme tus canciones un rato, dejarme en casa a las doce, tenerme a la espera. Y mientras este cuerpo permanece intacto, y por él no pasa el tiempo, la rabia o la pena, no pasan los besos que nunca has negado, los otros amantes, los vinos helados, los encuentros nocturnos ni las pocas ganas que guardo. Y lo peor es que si algo tengo claro es que mi amor debería ser celebrado y no tolerado. 


Y yo solo quiero continuar, yo solo quiero que me beses o me pares los pasos. Y te ruego, y tú no me dejas absolutamente nada claro.