sábado, 18 de marzo de 2017

Maneras de escapismo.

Podría regalarte un manual lleno de maneras de escapismo que acabaran llevándote directamente hacia mi, simulando un casual encuentro predestinado entre tus labios y los míos. 

jueves, 9 de marzo de 2017

Diez.

Y de repente estás ahí, en la esquina de la habitación, mirándome fijamente, estudiando cada uno de los detalles que forman mi expresión de sorpresa y, a la vez, de desconcierto. 

Te acercas, acelerado. Escalo por tu camiseta blanca y en nuestras miradas se cruza un 'quiero'. Puedo ver una sonrisa naciendo de entre tu barba y, finalmente, tus labios deciden refrescarme el sabor de un beso. Me amarro a tu cuello, te revuelvo el pelo, y aquella habitación parece cada vez más oscura. 

Trazo cada uno de tus vértices, amarras cada una de mis costillas, mordemos todos y cada uno de nuestros miedos, y los domamos como a las bestias que son. Y es que somos capaces de quemar las cicatrices tras una tarde incendiada y de utilizar las cenizas como polvo de hadas, que nos convierta en sabios, que nos dé alas, de esas que jamás te cortaría, porque no contemplo nada más bello que verte volar. 

A mi no me ofrezcas, que no me hace falta, porque desde hace un tiempo, mis pies no tocan el suelo.