viernes, 13 de diciembre de 2019

Ya no es mi casa

Estáis prendiendo fuego a lo que un día fue mi casa. Allí hice una familia, crecí, maduré, marque las puertas con señales y divisé nuevas fronteras. Me habéis sacado de mi hogar tras muchas pesadillas, habéis preferido ensuciarla y ahora da hasta miedo. Reinan las oscuras telarañas donde antes regían notas de color. 

Y todo es por vuestra culpa, que no habéis dudado en masificar egoísmos en forma de sexo y madrugadas, que habéis sacrificado esta magia innata, que habéis derribado los muros que la soportaban. Todos los que crecimos quieren huir y vosotros sois el principal motivo. 

viernes, 6 de diciembre de 2019

Pólvora

Esto no es un simulacro. Está pasando y es real. Suena Leiva y quiero compartir contigo cada una de las notas. Quiero acurrucarme a tu lado en el sofá mientras me acaricias el pelo, mientras me pintas bonita la guerra y me haces tener claro que esto es lo que quiero. Porque de alguna forma, siento que cuanto más me acerco a ti, más cerca estoy de mi.

martes, 9 de julio de 2019

Taylor

Me siento libre y aliviada porque beso sin miedo los labios que quiero y quedo con aquellos amigos con los que los cafés saben mejor. He disparado a la felicidad en la diana y le he dado en el blanco de pleno.

Y este ha sido un acto valiente. Valiente, ¿recuerdas? Vuelvo a serlo. Soy una especie de Taylor Swift después de soltar toda la rabia, escribiendo canciones a dúo con voces masculinas que me impulsan hacia la potencia sonora. Me atrevo con todo: a piano o a banda completa. Si es que hasta sonrío. 

Y todos lo van a ver, porque es público, y la captura será inmediata. 

Todo podría haber sido diferente, pero tampoco tendría sentido. He decidido no cometer errores, querer queriendo, esperar a lo adecuado y mi apuesta ha sido sincera. Nadie podría hacerlo mejor. 

viernes, 31 de mayo de 2019

The end of all things

Me siento enormemente pequeña en un mundo de gigantes. Les miro desde abajo, pisando con cuidado. Observo cada uno de sus movimientos, mastico cada una de sus palabras, intento comprender cada uno de sus giros y me prometo crecer. Lo primero es siempre aprender. 

No sé si merezco esto, pero tengo claro que lo he luchado. Aquello que estaba encerrado acabó volando, y la gente apuntaba sus linternas hacia el cielo. Todo un inmenso halo de luz rodeando mis palabras. Los secretos más vestidos, de pronto estaban desnudos, y nadie lo sabía. Nadie sabe. 

Y luego estabas tú, la melodía más dulce, compañero de noches, tardes y mañanas, el beso melódico que gobierna mi noche, el faro que me lleva a todo lo que quiero llegar a ser. Me dices que es el final de todas las cosas, que mañana llega una nueva era, y no tengo ni idea. Que si es cierto lo que dices, y ojalá que lo sea, me rendiré ante las raíces de esta nueva tierra y conquistaré sus oídos, corazones y tinieblas. Las esperanzas siempre fueron altas, y si no, ahí estabas para subirlas. 

Prometo no tener miedo y sentirme fuerte. No puedes estar nervioso por llegar a casa. Aún no me conoces y quizás ya te haya caído en gracia. 

lunes, 18 de marzo de 2019

Los malos.

No me hace gracia. Ni una pizca. Porque quizá los malos no son tan malos, y los buenos no son tan buenos. Por la boca muere el pez y en tu pecera ya te ven agonizando. Te crees justo cuando solo habla tu orgullo y accionas la palanca, echándome a los leones, mirando desde la grada, disfrutando el azote. 

Y yo nunca te vi así, y pensé que lo entenderías. Ellos lo entendieron. Todos ellos, y nadie te guarda rencor. Yo no sé por qué aún te guardo de las fieras, te protejo de opiniones candentes, del público que busca la sangre. A ti, que disfrutas cada golpe, aunque me lo niegues, aunque no te rías. 

He andado con pies de plomo, porque soy incapaz de hacerle daño a nadie, porque quiero que nada manche mi existencia, mis intenciones y mis querencias. Pero cuando por la noche escondo los problemas debajo del colchón, a la mañana siguiente puede que hayan escapado y que hayan crecido mucho con la rabia, y, por la tarde, es bastante probable que hayan explotado en forma de palabras, de textos dañinos o de puñales a mi espalda. 

Los buenos no son tan buenos. Los malos no son tan malos. Mis puertas están abiertas, tú decides el rumbo de tus pasos.

sábado, 2 de marzo de 2019

Eres

Eres mi casa: con sus puertas, sus ojitos, su pelo revuelto. Eres New Girl en el televisor, yo suplicando jugar otra partida, tú tumbado en el colchón. Eres cada uno de los cristales empañados por el calor, el frío que huye del radiador, la bolsa roja que esconde el tesoro. Eres el juego de 'quien soy', las fotos colgadas encima de la cama, los pósters de la pared. También la rosa que me regalaste, las ediciones en blanco y negro, las canciones de Izal, los trajes azules de vestir, el porte y la elegancia, la Nutella, las alitas de pollo, los fines de semana en la playa y tu manera de reir. Eres la voz que escucha toda la calle, los pasos más bonitos de la noche y mi vergüenza cuando a la pista de baile toca salir. La voz que me guía, mi portal, sus escaleras, tu azotea, mi coche, la oficina, El Gallinero, el tranvía...

Eres todo aquello en lo que me quiero quedar a vivir.