sábado, 27 de febrero de 2016

Atrévete.

Atrévete a decirme que el tiempo no ha sido malo, que no ha jugado con nosotros y que no nos ha desestabilizado. 
Dime, si te atreves, que no nos hemos enfriado, que esta cara no es el resultado del febrero que más he asqueado. 
Atrévete a decirme que quizás esté exagerando y que esto no es nada. 
Atrévete, porque ojalá que sea cierto.

jueves, 18 de febrero de 2016

Besos.

Me he dado cuenta de que estoy procesando reiterados deseos de besar a personas, cosa que yo antes no había tenido. Se empieza a plantear como una especie de necesidad.
Llevo un tiempo sin besar los labios que quiero. No por ello he besado otros, tan sólo siento cierto deseo. Y sí, a mi antes me habían besado, pero cómo habrán sido tus besos para que me hayan dejado con estas ganas, con la necesidad de rozar los labios, con la sensación de que no hay nada mejor. 
A veces recuerdo el tacto, la sensación de suavidad que sentía y no desaparecía hasta horas después de te hubieses ido y aumentan las ganas. Me recorre un cosquilleo cuando pienso en tu cabeza en mi hombro, en la mía en el tuyo, en los juegos por el cuello, en el frío inexistente en las noches de enero.
Qué ganas te tengo, qué ganas nos tengo.