domingo, 5 de febrero de 2023

Casa.

No sé si te gusta Leiva, pero sé que podría hacer que te gustara. 

No sé cómo de bien está, pero he empezado a soñar un poco con esa casa, con las copas de vino en el salón de madrugada viendo cualquier serie mala, con irme a dormir a tu cama, con los besos en el portal, con cualquier excusa para compartir un rato. Y quién me lo iba a decir a mi, que te he intentado alejar y ahora soy yo quien quiere los abrazos, porque por una vez me veo capaz de iniciar algo de verdad. 

A fuego lento y frente a la chimenea, descalzos de miedos, afrontando este regalo. Porque ambos sabemos que sería la historia más bonita, porque nadie nos escucha como nosotros lo hacemos, porque he dibujado en mi mente el futuro más incierto y, a la vez, el más bello.

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